Lluvias torrenciales han desencadenado graves inundaciones y deslizamientos de tierra en el oeste de Japón, que han dejado al menos 179 muertos y numerosos desaparecidos
PUBLICIDADLas autoridades japonesas luchan sin descanso para tratar de contener los devastadores efectos del peor desastre natural de los últimos años. Lluvias torrenciales han desencadenado graves inundaciones y deslizamientos de tierra en el oeste de Japón, que han dejado al menos 179 muertos y numerosos desaparecidos. Los habitantes de las zonas afectadas no dan crédito a una situación que no se repetía desde principios de la pasada década de los ochenta.
"Pensaba que es algo que ves en la televisión y que les ocurre a otras personas. Pero en realidad sucede cerca de donde vivo. Nunca pensé en ello. No puedo creer lo que veo. Ahora siento que nunca se sabe cuándo cualquiera puede ser víctima de un desastre parecido", declara este japonés.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha cancelado la gira que tenía prevista por Europa y Oriente Medio, esta semana, para desplazarse a varias de las zonas más castigadas por las inundaciones. Allí, asiste, sobre el terreno, a las tareas de rescate y de asistencia a decenas de miles de afectados por una catástrofe descomunal.