El Reino Unido ha presentado una maqueta a tamaño natural de su nuevo avión de combate, bautizado provisionalmente como "Tempest". Estaría listo en 2035.
PUBLICIDADEl Reino Unido ha presentado una maqueta en tamaño natural de su prototipo de cazabombardero, bautizado Tempest por el momento, y que estará listo en 2035 si todo sale según lo previsto.
El aparato, que podrá ser manejado por un piloto o a distancia, utilizado como un dron, tiene unos veinte metros de largo y todos los avances en materia de "invisibilidad".
El Tempest sustituirá al modelo europeo, el Eurofighter, y se unirá a la última adquisición de la Royal Airforce británica, el Lockheed F-35, de construcción estadounidense.
En un "efecto colateral" del 'brexit', la aeronáutica europea Airbus abandonó su consorcio con BAE, para asociarse con el gigante armamentístico francés Dassault en la creación de una nueva generación de cazabombarderos cuando los británicos votaron "sí" a abandonar la Unión Europea.
BAE y Airbus están detrás de la concepción de los cazas europeos Eurofighter Typhoon.
El futurista avión británico está siendo construido por BAE Systems, Rolls Royce, la empresa de misiles MBDA (en la que participa Airbus) y el grupo aeroespacial italiano Leonardo.
Tanto el proyecto británico como el franco - alemán dicen estar abiertos a la entrada de nuevos socios, pero no parece que haya un acercamiento entre los antiguos compañeros.
La maqueta -que es solo un concepto y seguramente cambiará del resultado final- ha sido presentada en la feria aeronáutica de Farnborough por el ministro de Defensa británico Gavin Williamson. El evento, que tuvo lugar en el 'stand' de BAE Systems, tomó por sopresa a los expertos, al ser anunciado en el último minuto.
En la nota publicada por el Gobierno británico, Londres recuerda que el Reino Unido ha sido una potencia en el sector de la aeronáutica militar desde hace un siglo y que este proyecto, junto a su Estrategia para el combate aéreo, son un reflejo de sus intenciones de mantener este dominio en el sector.
El proyecto Tempest, que cuenta con un presupuesto de 2.300 millones de euros hasta 2025 -de momento- arroja dudas sobre el futuro de la cooperación militar entre el Reino Unido y la UE después del 'brexit'.
El responsable de programas militares de Airbus Dirk Hoke considera que es una mala noticia para Europa "si no conseguimos unirnos alrededor de un programa único de aviones de combate podría fragmentar más el mercado europeo de la defensa, pero la decisión corresponde a los líderes políticos" comentó Hoke a la agencia Reuters.
También se ha pronunciado en este sentido Alessandro Profumo, jefe ejecutivo de Leonardo, que forma parte del proyecto, y que espera que al final haya unidad en Europa.
Los expertos consideran que es arriesgado separar los proyectos por la poca demanda, y los costes "supersónicos" de desarrollar este tipo de aparatos.