El caso Benalla se ha convertido en un escándalo nacional en Francia que se acerca inevitablemente hasta el presidente Emmanuel Macron. En la Asamblea Nacional las declaraciones de los responsables policiales y del ministro del Interior Gérard Collomb no han hecho más que aumentar las incógnitas.
PUBLICIDADEl caso Benalla se ha convertido en un escándalo nacional en Francia que se acerca inevitablemente hasta el presidente Emmanuel Macron. En la Asamblea Nacional las declaraciones de los responsables policiales y del ministro del Interior Gérard Collomb no han hecho más que aumentar las incógnitas.
El ministro del Interior no ha dado explicaciones del por qué se mantenía como asesor en el Palacio del Elíseo a un ciudadano que ocasionalmente se dedicaba a disolver manifestaciones sin ser policía.
Michel Depuech, jefe de la Policía de Policía de París explicó ante los diputados: _"Este asunto, como dice la prensa, obviamente no deja de tener consecuencias en la policía de París. Fundamentalmente, estos eventos son el resultado de excesos individuales inaceptables, condenables, mezclados con un favoritismo malsano".
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El ministro del Interior Gérard Collomb, dijo no saber: "Yo no lo conocía. Creía que era alguien que formaba parte de los servicios de policía, yo no me había encontrado con él, yo me había encontrado con él, pero yo ignoraba su calidad de consejero del presidente de la República".
De izquierda a derecha del espectro político esperan explicaciones del presidente Macron y no entienden la existencia de lo que llegan a calificar de policía paralela
El diputado Alexis Corbière, del grupo Francia Insumisa que encabeza Jean Lusc Mélenchon decía tras acabar la comisión parlamentaria: "Hoy está claro que tenemos que oir al Presidente porque entendemos muy bien lo que el señor Collomb nos ha dicho: él sabe muy poco. El señor Collomb, el Ministro del Interior, le dijo a esta comisión que no tiene conocimiento de la situación profesional de la persona que está a cargo de la seguridad del Presidente. ¡Aquí es donde estamos!"
La diputada de la extrema derecha Marine Le Pen, presidenta del partido Rasemblement National: "Eso es precisamente lo más grave de este caso: la existencia de una policía gubernamental paralela que no está sometida a la autoridad del Ministerio de Interior".
Alexandre Benalla sin formar parte de la policía estaba acreditado en manifestaciones en donde al lado de las fuerzas policiales sobre el terreno se dedicaba a agredir a manifestantes en situaciones de enfrentamiento.