Ganó una etapa alpina y ahora se ha impuesto en otra pirenaica. Julian Alaphilippe salvó con éxito una jornada marcada por la protesta de los agricultores franceses, que produjo un parón en el pelotón
Se abona a la montaña. Ganó una etapa alpina y ahora se ha impuesto en otra pirenaica. Julian Alaphilippe salvó con éxito una jornada marcada por la protesta de los agricultores franceses, que produjo un parón en el pelotón.
El ciclista de la formación Quick-Step, fue el primero en llegar a la meta de Bagnères-de-Luchon, punto final del viaje de 218 kilómetros que comenzó en Carcasona, y sumó su segunda victoria parcial en el presente Tour de Francia.
No hubo cambios en la parte alta de la clasificación, donde manda el británico del Sky, Geraint Thomas. Este miércoles es el día más temido por el pelotón. En apenas 65 kilómetros de recorrido, esperan dos puertos de primera categoría y otro de categoría especial, en el que termina la etapa.