El presidente francés ha tardado una semana en romper su silencio
PUBLICIDADEl presidente francés, Emmanuel Macron, ha asumido toda la responsabilidad en el caso Benalla. Ha tardado una semana en romper su silencio. Sus primeras declaraciones las ha hecho ante su Gobierno y su mayoría parlamentaria casi al completo en un acto organizado por su partido en la Casa de América Latina, en París.
"El único responsable de este caso soy yo y solamente yo", decía.
"No se puede ser jefe cuando todo va bien y querer evadirse en los momentos difíciles. Si quieren un responsable, está ante ustedes. Que vengan a buscarlo. Y este responsable responde al pueblo francés y al pueblo soberano, y a nadie más", añadía.
El presidente francés ha asesurado que fue él quien confió en Benalla, quien estuvo al corriente de lo ocurrido y validó la sanción de quince días de suspensión, con la que el Elíseo creyó zanjar el asunto.
Macron ha achacado lo ocurrido a un comportamiento "individual" y no a un "asunto de Estado" y no ha ocultado su sentimiento de "decepción" y "traición".
Empezó su discurso, de una media hora, bromeando y desmintiendo algunas de las ventajas y privilegios de las que, según la prensa, habría gozado su hasta hace unos días estrecho colaborador: "Alexandre Benalla nunca ha tenido los códigos nucleares, Alexandre Benalla nunca ha ocupado un apartamento de 300 metros cuadrados en Alma, Alexandre Benalla nunca ha ganado 10.000 euros, Alexandre Benalla nunca ha sido mi amante, Alexandre Benalla fue mozo de equipajes un día, función que no ocupó mucho tiempo".
El escándalo estalló cuando el diario Le Monde difundió un video en el que se ve al exresponsable de la seguridad de Macron golpenado a un manifestante en las marchas del 1 de mayo, portando un brazalete y un casco policial.
La oposición sigue sin entender por qué no se llevó el caso ante la justicia en el momento en que ocurrieron los hechos y sigue exigiendo a Macron que dé explicaciones ante todos los franceses.