Calor, calor y más calor. Y, especialmente, en el sur de Europa. Pero la tendencia cambia y en zonas históricamente menos cálidas, como es el caso del Reino Unido, los ciudadanos están desconcertados con los datos que registran los termómetros
PUBLICIDADCalor, calor y más calor. El verano es tiempo de vacaciones, de refrescos, de playa o montaña y, sobre todo, de altas temperaturas. Y, especialmente, en el sur de Europa. Pero la tendencia cambia y en zonas históricamente menos cálidas, como es el caso del Reino Unido, los ciudadanos están desconcertados con los datos que registran los termómetros.
Estos días, los británicos se preparan para asistir a jornadas infernales con el mercurio en torno a los 39 grados centígrados, lo que supone que se pueden batir todas las plusmarcas y vivir días de extremo calor que no se habían producido en los últimos 15 años. Los científicos analizan los datos para encontrar la respuesta a un fenómeno, cada vez más frecuente.
"Debido al cambio climático, esperamos que este tipo de olas de calor se produzcan de manera más regular en el futuro", declara Freja Vamborg. "Con la sequía y los incendios, el tema es un poco más complejo porque también entran en escena las precipitaciones. Y con la lluvia, si nos fijamos en lo que respecta a la situación en Europa, por ejemplo, no apreciamos una tendencia clara. No podemos establecer si las precipitaciones van en aumento o, por el contrario, disminuyen", añade la científica que forma parte de Copérnico.
Este programa fue diseñado en Europa para proporcionar información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medioambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.