En cuanto salieron de la cárcel, la policía las detuvo.
Cuatro activistas del grupo punk Pussy Riot fueron detenidos por la policía en cuanto quedaron el libertad.
Tras haber cumplido quince días de arresto por interrumpir la final del Mundial de Fútbol, para pedir la liberación de los presos políticos en Rusia, los activistas han vuelto a entrar en prisión.
En esta ocasión, según uno de los detenidos, por una presunta violación a las normas de organización y celebración de mítines, una falta administrativa que se sanciona con multas o el arresto de hasta 30 días.
El pasado 15 de julio cuatro miembros del grupo punk saltaron al campo del estadio Luzhnikí vestidos de policías.
Pussy Riot explicó después que había hecho esto para exigir la liberación de todos los presos políticos y poner fin a las detenenciones en los mítines.
Además de cumplir quince días de arresto, los cuatro activistas no podrán asistir durante tres años a eventos deportivos.