Varios buques que viajaban a Budapest han quedado varados en el puerto de Viena por la falta de agua en el río Danubio a consecuencia de la sequía
20 buques de pasajeros esperan en el puerto de Viena a que las lluvias previstas para el fin de semana les permitan continuar su trayecto.
El seco y caluroso verano que está sufriendo Europa unido a la escasez de lluvias en Austria y Alemania ha dejado unos niveles de agua en el Danubio inusualmente bajos. Y sin el agua suficiente, no se pueden arriesgar a navegar.
A su paso por Budapest, el río ha dejado al descubierto la base del Puente de Margarita y las piedras que cayeron al agua cuando los nazis lo hicieron explotar en 1944 volaron en la II Guerra Mundial.
Ahora se pueden ver las columnas de madera de pie en el lecho del río, que pueden haber sido los andamios que utilizó el equipo del ingeniero francés Ernest Goüin en 1976.
El puente provenía de Francia y cada elemento de su construcción se transportó en tren a Budapest, incluidas las esculturas de piedra y, por supuesto, cada pieza de la estructura de hierro.
Así que hace 150 años la industria húngara fue excluída de la construcción de uno de los puentes más emblemáticos de la capital húngara, Francia construyó el puente Margarita, ha explicado desde Budapest el periodista de Euronews Gábor Ács.
En imágenes: la sequía crea una isla en Budapest
Poder estar en medio del Danubio es una oportunidad única. La última vez ocurrió en 2007, cuando el nivel del agua era tan bajo como ahora. Por eso mucha gente viene a disfrutar de la vista espectacular de la ciudad desde este lugar tan especial. Incluso hay quien ha construido un banco entre las piedras para disfrutar la vista panorámica que la sequía ha creado.