Las adversidades no impidieron que Aitor 'Gallo' Francesena siguiese ligando sus dos pasiones: el surf y la enseñanza.
PUBLICIDADAitor 'Gallo' Francesena es un ejemplo de superación. Nació con una enfermedad degenerativa en los ojos, perdió a los 14 años la visión en el ojo derecho y en el 2011 se quedó completamente ciego tras un accidente en el mar, pero las adversidades no han impedido que el guipuzcoano siga practicando sus dos grandes pasiones: el surf y la enseñanza.
"Estando ciego todo el mundo dice que no es posible enseñar, pero hay muchas maneras (y diferentes) de enseñar. Ahora me dedico a los entrenamientos de gente joven que, aunque esté ciego y parezca mentira, se puede llevar a cabo trabajando fotograma a fotograma", afirma el surfista de Zarautz.
Francesena hizo caso omiso a las prohibiciones y se convirtió desde joven en una figura básica en las playas del País Vasco. Fue cofundador de la primera escuela de surf de España y entrenador de grandes campeones como Aritz Aranburu.
"De hecho trabajo con gente y esa gente tiene grandes resultados, entonces está claro que algo se está haciendo bien, aunque esté ciego", sostiene Gallo con orgullo.
Aitor se convirtió en el 2016 en el primer Campeón del Mundo de Surf adaptado. El de Zarautz sigue compitiendo en una muestra más de que el ser humano no tiene límites.