Un año después del referéndum ilegal del 1 de Octubre Cataluña sigue dividida. Unos y otros, partidarios de la independencia o de la permanencia, se han afianzado en sus posiciones aunque si en algo se ponen de acuerdo es en que hay que hacer algo, que esperar solo beneficia a la otra parte.
Un año después del referéndum ilegal del 1 de Octubre Cataluña sigue dividida. Unos y otros, partidarios de la independencia o de la permanencia dentro de España, se han afianzado en sus posiciones aunque si en algo se ponen de acuerdo es en que hay que hacer algo, que esperar solo beneficia a la otra parte..
"Creo que llega el momento en que Cataluña tiene que hacer un acto de desobediencia hacia el Estado. Si intentamos siempre estar obedeciendole, aceptando sus sentencias y sus castigos no avanzaremos mucho", señala un partidario de independencia.
Del otro lado también llama a tomar decisiones. "Es difícil pensar en qué escenario nos vamos a mover dentro de X años porque sencillamente, si no se pone freno a esto, tenemos un problema, un problema serio", apunta Javier Megino, vicepresidente del movimiento unionista 'Espanya i Catalans'.
El problema para actuar, señala el analista político Joan Botella, es que ninguno de los dos bandos es un bloque unitario. Hay distintas facciones incluso en el sector independentista**."No hay un partido independentista. Hay 3 que se vigilan recíprocamente.** No pueden tomar iniciativas individuales por si los demás les llaman traidores".
Y mientras alguien da ese paso que marque la diferencia la imagen más repetida ha sido la de los lazos amarillos y la petición de libertad para los políticos catalanes que se encuentran en prisión.