Asistimos al último entrenamiento del francés pocos días antes del inicio de la mayor regata transatlántica. 123 participantes saldrán de Saint Maló el próximo 4 de noviembre para llegar hasta Guadalupe.
PUBLICIDADUn total de 123 capitanes, todo un récord, van a soltar sus amarras para participar en la décimoprimera edición de la Ruta del Ron. Entre ellos, un hombre que no esperaba que la vela se convirtiera en su oficio. Romain Attanasio nació hace 41 años en los Alpes en el seno de una familia de esquiadores. Este montañero exiliado en Bretaña no ha podido resistirse a la llamada del mar.
Romain Attanasio:
"Vengo de una familia de montañistas pero pasé toda mi infancia en el extranjero porque mi padre trabajaba en la construcción. Cuando volvimos a Francia yo tenía 7 años y nos instalamos en el departamento de l'Oise, que no era el lugar ideal para las regatas. En 1990 Florence Arthaud ganó precisamente la Ruta del Ron. Me acuerdo de su trimarán dorado, ¡me pareció increíble! y lo seguí con pasión. Unas semanas más tarde, mi tío-abuelo me llevó a un salón náutico y ahí surgió mi pasión por los barcos."
A diferencia de Florence Arthaud, Romain Attanasio se ha entrenado con los mejores de la vela como Michel Desjoyeaux o Franck Cammas. Sin embargo, los inicios fueron difíciles ya que en su primera regata en alta mar volcó y tuvo que ser rescatado por un carguero.
Desde ese momento, ha demostrado sus méritos obteniendo importantes puestos en la Transat Jacques Vabre y la Transat AG2R. El año pasado completó su primer Vendée Globe,la vuelta al mundo en solitario sin escalas y sin asistencia. Después del 'Everest del mar', se enfrentará a otra prueba mítica.
Romain Attanasio nos lleva a bordo de su barco en su último entrenamiento antes de iniciar la Ruta del Ron, la mayor regata transatlántica. Las condiciones son más o menos favorables, el mar es duro pero no demasiado, lo que no siempre es el caso en esta época del año en la zona de Bretaña y el Golfo de Vizcaya.
La flota partirá de Saint-Malo, la ciudad corsaria, para recorrer 6.500 kilómetros. Después de salir de la Mancha, los participantes deberán atravesar el peligroso Golfo de Vizcaya y superar el archipiélago de las Azores para no quedarse atrapados en la zona de convergencia intertropical. Los vientos alisios los conducirán hasta Pointe-à-Pitre, en Guadalupe, donde los multicascos más rápidos podrían llegar en cinco o seis días y los monocascos más eficientes en unos diez días.
En esta edición se espera que se supere el récord de la prueba, ya que la tecnología ha evolucionado mucho desde la anterior Ruta del Ron hace 4 años.
Romain Attanasio:
"Antes teníamos orzas para conseguir un efecto antideriva. En estos barcos, las quillas se inclinan, así que las inclinamos 40 grados en la dirección del viento. Como no hay más efecto antideriva, añadimos orzas. Desde la última Vendée Globe, ahora son orzas curvadas con un efecto de lámina. Es como cuando estás en el coche y pones la mano en la ventana, esa es la idea: con la velocidad, el barco despega, y cuanta menos fricción hay, más rápido va. "
El velero de Romain Attanasio no tiene estas láminas porque no es el más nuevo. Su barco está en el mar desde hace 10 años. En la categoría Imoca, estos monocascos de 60 pies de eslora no podrán aspirar a la victoria final, a diferencia de Jérémie Beyou, Yann Eliès y Vincent Riou**. Y a diferencia también de su esposa, la británica Samantha Davies.**
Samantha Davies:
"Compito con Romain. Es diferente, no hay muchas parejas así. Pero en realidad, tenemos barcos distintos, así que es poco probable que nos encontremos codo con codo en el agua. Esto resta un poco del espíritu de competición entre nosotros y estoy contenta de que cada uno esté con su barco, con su proyecto, y que luego a la llegada nos encontremos de nuevo."
Pareja en la vida y rivales en el agua, Samantha Davies y Romain Attanasio ya piensan más lejos que esta Ruta del Ron. Los dos han previsto participar en la próxima Vendée Globe a finales de 2020.