La religión inflama el ambiente social en Pakistán. El líder de protestas islamistas contra la absolución de una joven cristiana que fue acusada de un delito de blasfemia ha llamado a la huelga general tras dar por muerto el diálogo con el ejecutivo.
PUBLICIDADEl líder de las protestas contra la absolución de la cristiana Asia Bibi, acusada de blasfemia, llamó hoy a sus seguidores a una huelga general tras el fracaso de las negociaciones con el Gobierno para poner fin a unas manifestaciones islamistas que han paralizado medio país por tercer día consecutivo.
El clérigo Khadim Hussain Rizvi, del partido Tehreek-e-Labbaik Pakistán (TLP), afirmó que el diálogo con el Gobierno "ha fracasado" y que el Ejecutivo y la principal agencia de inteligencia les han amenazado con disparos, por lo que llamó a sus seguidores a una huelga con la que paralizar el país.
"Todos los seguidores del profeta deben prepararse para la muerte en honor del profeta", indicó en su cuenta de Twitter.
El Gobierno del primer ministro Imran Khan decidió ayer entablar negociaciones con el TLP, un día después de advertir a los islamistas de que no se enfrenten al Estado.
El ministro de Información, Fawad Chaudhry, informó en su cuenta de Twitter de que el diálogo continúa con los radicales y que la situación está bajo control.
Por su parte, el portavoz del poderoso Ejército, el general mayor Asif Ghafoor, pidió en una entrevista con la televisión pública PTV que no se involucre a la institución marcial en la situación.
"Es una cuestión legal, y será mejor si se permite que las leyes sigan su curso", dijo Ghafoor.
El país amaneció de nuevo medio paralizado, con numerosas carreteras cortadas a lo largo de su territorio, la mayoría de centros educativos cerrados y los servicios de telefonía móvil cortados.
Miles de miembros del TLP siguen en las calles protestando contra la absolución de Asia, decidida el miércoles por el Tribunal Supremo, y que ayer fue recurrida a su vez ante el máximo órgano judicial por el clérigo que la denunció.
El clérigo Qari Mohamed Salam, que denunció a Asia en 2009 por blasfemia, afirmó en el recurso que la sentencia de la máxima instancia no "sigue la jurisprudencia" en este tipo de casos ni las normas islámicas, según el texto, al que ha tenido acceso Efe.
Asia Bibi, madre de cinco hijos, fue denunciada en 2009 por dos mujeres por supuestamente insultar al profeta Mahoma, un tribunal la condenó a muerte en 2010 y cuatro años después perdió una apelación en el Tribunal Superior de Lahore (este).
El Supremo la absolvió con el argumento de que en la condena a muerte dictada en primera instancia se observaron "graves contradicciones" y se constataron "mentiras" en el testimonio de las dos mujeres que le denunciaron.
La dura ley antiblasfemia paquistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el entonces dictador, Mohamed Zia-ul-Haq, favorecieron el abuso de esta norma.
Desde entonces, se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, un delito que en Pakistán puede llevar aparejada la pena capital, si bien nunca se ha ejecutado a nadie por tal delito.
Agencia EFE