El presidente francés ha viajado a Nuestra Señora de Loreto, en el norte del país, donde se encuentra el principal cementerio militar del país perseguido por su polémica propuesta de homenajear al mariscal Petain.
PUBLICIDADTras conmemorar el centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial el pasado 7 de noviembre, Emmanuel Macron ha rendido este jueves homenaje a los soldados de la infantería francesa, conocidos como los Poilus, los "peludos".
Durante su visita a Nuestra Señora de Loreto, en la región de Paso de Calais, el Presidente francés visitó el llamado Óvalo de la Memoria: una elipse monumental instalada en el corazón de la necrópolis militar donde están grabados los nombres de 580.000 soldados.
La particularidad es que no hay ni rastro de las nacionalidades de los caídos, clasificados por orden alfabético. Conquistada los alemanes y retomada por el ejército francés después, esta ha visto luchar en sus lomas a soldados británicos, canadienses, australianos y africanos.
Aunque las cifras no son oficiales, unos 40.000 combatientes franceses, lo que hace de este lugar el principal cementerio militar del país.
Inaugurado en 2014 por François Hollande, 3600 voluntarios de la "Guardia de Honor" se turnan diariamente para cuidar las tumbas.
Horas antes de poner rumbo al norte del país, un comunicado oficial se encargó de desactivar la última polémica que envuelve al presidente, negando que el sábado se vaya a celebrar un homenaje a Pétain. Este miércoles Macron justificó la posibilidad de incluir a este mariscal que colaboró con los nazis en una conmemoración por su papel en la Primera Guerra Mundial.