Crece la indignación en Chile por la muerte de un comunero mapuche a manos de los carabineros. La policía antidisturbios se empleó a fondo para dispersar a manifestantes en las calles de Santiago y la selección nacional de fútbol guardó un minuto de silencio desobedeciendo a la federación.
Furgones blindados, gases lacrimógenos y cañones de agua en Santiado de Chile para dispersar a cientos de jóvenes que protestaban por la muerte de un comunero mapuche la semana pasada durante una polémica operación de los Carabineros en el sur del país. Camilo Catrillanca, que tenía 24 años, falleció tras recibir un disparo por la espalda mientras conducía un tractor. Las dudas sobre la versión policial, que hablaba de una muerte accidental al ser alcanzado el joven por una bala perdida durante un intercambio de disparos con un grupo de delincuentes, se acrecentaron tras el testimonio de un adolescente que acompañaba a Catrillanca en el tractor.
El gesto de la selección
La indignación trasciende las calles. La selección chilena de fútbol desobedeció el miércoles una orden de la federación nacional y guardó un minuto de silencio en memoria del joven antes de jugar un partido contra Honduras.
Las redes sociales arden de mensajes de indignación y Amnistía Internacional ha calificado la muerte de indignante y alarmante. El Gobierno ha prometido que investigará a fondo lo ocurrido.
La comunidad indígena mapuche reclama la propiedad de las tierras sobre las que se asienta desde tiempos remotos en el sur de Chile. Las protestas y enfrentamientos con empresas agrícolas o forestales han estado con frecuencia salpicados de episodios de violencia.