El Gobierno español prepara un real decreto para regular su uso. La muerte de una anciana el pasado verano cerca de Barcelona, tras ser atropellada por uno de estos vehículos ha puesto de manifiesto la necesidad de poner límites a su circulación.
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La muerte de una anciana el pasado verano en Esplugues de Llobregat (Barcelona), tras ser atropellada por uno de estos vehículos, ha llevado al Gobierno español a considerar la regulación de su uso como un asunto de urgencia.
Se prepara un real decreto bajo tres premisas básicas. Sólo podrá transportar a una persona, siempre por la calzada, carriles bici o zonas de velocidad limitada, y nunca a más de 25 kilómetros por hora.
El objetivo es establecer un "marco general común" que vaya más allá de la instrucción que ha servido a varios ayuntamientos, como los de Barcelona o Madrid, para redactar ordenanzas sobre su uso. Por ejemplo, en Madrid, pueden aparcar en las aceras si dejan más de tres metros de anchura libres.
El problema es común en muchos países.
En Francia, los accidentes de estos vehículos provocaron el año pasado cinco muertos y 285 heridos.