En Grasse se respira perfume por donde se vaya. Ahora las técnicas de perfumería utilizadas en la ciudad francesa han sido reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En Grasse se respira perfume por donde se vaya. Ahora las técnicas de perfumería utilizadas en la ciudad francesa mundialmente conocida por sus perfumes, han sido reconocidas como **Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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Estas competencias abarcan tres aspectos distintos: "el cultivo de la planta del perfume, el conocimiento de las materias primas y su transformación y el arte de hacer el perfume".
La decisión ha sido tomada por un comité de la Unesco que se reunió en Port Louis, en la isla Mauricio.
"El secreto está en su fórmula, pero también en la calidad de sus materias primas. Son como los colores de la paleta de un pintor . Tenemos una paleta distinta y es muy importante mantenerla así", explica Olivier Polge, perfumista de Chanel.
El iris, el jazmín, la delicada rosa de Provenza y otras plantas aromáticas han florecido en Grasse desde hace mucho tiempo. La ciudad francesa comenzó a desarrollar la perfumería desde el siglo XVI y ahora se ha convertido en la cuna internacional de los perfumes, atrayendo a miles de turistas todos los años para visitar los coloridos campos de flores.
Se trata de un evento histórico para la ciudad , que lleva diez años luchando por este reconocimiento.
Grasse también confiaba en esta inscripción para proteger sus campos de tuberosa y de jazmín, así como para alentar a las empresas de perfumería a firmar contratos a largo plazo.