Moscú dice que Poreshenko trata de aprovechar la situación de cara a a las elecciones.
Bajo la ley marcial y después de aumentar la seguridad interna, Ucrania ahora toma medidas preventivas contra Rusia.
Han prohibido que hombres de 16 a 60 años entren en territorio ucraniano.
Unas medidas que endurecen los controles de frontera y profundizan las divisiones.
Rusia hasta ahora hace oidos sordos a las peticiones de liberación de los marineros ucranianos.
La repentina cancelación de la reunión entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Estados Unidos, Donald Trump, en Buenos Aires, ha aumentado la presión sobre el Kremlin para que libere a los buques ucranianos apresados y a sus 24 tripulantes.
El presidente ucraniano Petró Poreshenko dijo que Ucrania estaba preparándose para evitar una invasión a gran escala: "Estas medidas existen para evitar que Rusia establezca unidades de ejércitos privados, que de hecho son representantes de las Fuerzas Armadas Rusas, y para evitar que realicen las operaciones que planearon en 2014".
Moscú dice que Poreshenko trata de aprovechar la situación de cara a a las elecciones, Maria Zakharova, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia: "Hablar de represalias es simplemente aterrador porque si alguien intenta tomar represalias por lo que está pasando en Kiev ahora, podría llevarnos a una situación de locura. Si estamos hablando de esto a escala nacional, entonces simplemente podría provocar un colapso".
Pero los acontecimientos en ambos lados de la frontera aumentan la tensión. Los prisioneros ucranianos han sido trasladados a la cárcel de Lefórtovo en Moscú. Están acusados de violar aguas territoriales rusas. Fueron obligados a cambiar sus uniformes de la Armada ucraniana por ropa de presidiario.
En este contexto, las fuerzas ucranianas han desplegado tropas para hacer maniobras preparativas de un hipotético combate y mientras Rusia refuerza sus baterías de misiles en Crimea, cerca de la frontera con Ucrania.
El incidente en el mar de Azov ha puesto de manifiesto las tensiones a largo plazo por los derechos marítimos en una región de enorme importancia estratégica para ambos países.