"La situación ahora es muchísimo peor, porque cuando llegamos todos sabíamos que había problemas de inscripción", explica Cristina Álvarez, madre una niña nacida en agosto en Ucrania por gestación subrogada.
PUBLICIDADLa Embajada de España en Kiev ha anunciado el martes que no autorizará nuevos expedientes de inscripción de bebés de padres españoles gestados mediante vientres de alquiler en Ucrania, una vez se inscriban los 39 ya nacidos.
No es la primera vez que el Gobierno español se enfrenta a los padres que acuden a mujeres ucranianas para tener hijos por medio de la técnica de gestación subrogada, en agosto, se paralizaron los registros y cerca de 60 familias se quedaron atrapadas en Ucrania unas 10 semanas.
"La situación ahora es muchísimo peor, porque cuando llegamos todos sabíamos que había problemas de inscripción", explica Cristina Álvarez, una de las afectadas entonces, quien indica que las familias que se encuentran en Kiev desde hace dos meses no estaban advertidas de que se les pondría trabas para registrar a los menores.
"La gente iba a inscribir, no a recibir una negativa. Nosotros ya sabíamos a qué estábamos jugando, ahora han sido mucho más injustos. Van a registrar a los niños que están allí, pero no a los que nazcan mañana". Explica que el problema de que la Embajada no les inscriba es que sus hijos no son ucranianos, porque sus padres son españoles y Ucrania tampoco los reconoce como sus ciudadanos, por lo que si España no les registras son apátridas.
Para Álvarez, se trata de una estrategia del Gobierno para desalentar a nuevas familias a comenzar el proceso, porque dice que no tiene otra forma de evitarlo.
"Te sientes desamparado por tu propio Gobierno, acusado injustamente de ser un delincuente y de traficar con tus hijos", lamenta y remarca que Ucrania "no es un país tercermundista", sino una nación "con todas las garantías legales", como España.
"Tiene que tener una retribución económica"
Ucrania se está convirtiendo en el principal destino al que acuden familias europeas para solicitar la gestación subrogada, ya que es legal y permite que puedan realizarla extranjeros. La condición es que sea solicitada por matrimonios heterosexuales que por algún motivo no puedan tener hijos por sus propios medios.
Italia, España, Francia y Alemania son algunos de los países que han prohibido todas las formas de gestación subrogada.
"El deseo de ser padres-madres y el ejercicio de la libertad no implica ningún derecho a tener hijos", defiende en su manifiesto No somos vasijas, una de las organizaciones españolas en contra de la maternidad subrogada, que dice que alquilar el vientre de una mujer es una violación de los Derechos Humanos.
"Tiene que ser retribuido y reconocido socialmente como algo positivo", opina Álvarez, quien dice que nunca hubiera pedido a una mujer que fuera viente de alquiler como favor por el trabajo físico y lo sacrificios que implica.
Álvarez achaca al Gobierno estar haciendo "de esa ideología, una ley, pero Ucrania ya la tiene" e incide en que las madres subrogadas ucranianas deciden libremente, como la mujer de 35 años que gestó a su hija.