La educación en situaciones de emergencia humanitaria

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El conflicto en el norte y en el centro de Mali sigue agravándose. El extremismo islámico y la violencia étnica, así como el vandalismo están aumentando.

Más de 135.000 personas han tenido que huir a países vecinos desde 2012. Hay casi 55.000 refugiados malienses en Mauritania y el 58% de ellos son niños. Solo Níger tiene más refugiados que Mauritania.

Visto desde arriba, Mbera es un mar de tiendas y arena. Sus 55.000 refugiados han recorrido 60 kilómetros desde la frontera para llegar hasta aquí, el único campamento de este tipo para malienses en Mauritania. El flujo de recién llegados no para. Casi dos tercios de las personas que se encuentran en el campamento son niños. Para ellos, ir a la escuela es tan importante como la alimentación y la atención sanitaria.

Sadio, refugiada maliense: "Estoy contenta porque la educación significa mucho para mí. Me permite ver el mundo de otra manera."

Sentarse en estos pupitres es un logro para estudiantes como Sadio. Las chicas del campamento están cada vez más expuestas al matrimonio infantil y los chicos corren el riesgo de ser enviados a trabajar. Además, muchos de estos niños han sufrido traumas considerables.

Sadio: "Tuve un matrimonio forzado cuando tenía 15 años. El matrimonio fracasó debido al hecho de que tuve un embarazo difícil. Después de sobrevivir, mis padres me sugirieron que me fuera a Mauritania".

Sadio, que ahora tiene 17 años, es madre de una niña de dos años. Está en el colegio gracias a los esfuerzos de Rougui, trabajadora social con una ONG financiada por ACNUR, como parte de un proyecto financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea."

Rougui Deme, asistente social de ESD:"Le pregunté: '¿Ibas al colegio?' Y me dijo: 'Sí, antes iba. Le pregunté: '¿Estás casada?' Y ella dijo: 'Me divorcié'. Le pregunté: '¿Quieres volver a la escuela?' Y ella dijo: 'Sí'. Pensé que una niña que tiene una hija es una niña vulnerable".

De un total de 31.000 niños, 20.000 están en edad escolar. Hay ocho escuelas de educación primaria como esta. El extenso número de niños en edad escolar representa un reto para UNICEF y ACNUR debido a la ausencia de aulas y profesores. A pesar de ello, más de 5.000 estudiantes están recibiendo una educación.

"Mis padres no iban al colegio, por la tanto soy yo quien va a estudiar para lograr algo en la vida." Reconoce una niña.

Cheikou Wane, UNICEF: "Algunos niños llegaron en 2012. Estaban traumatizados por lo que habían visto en el norte de Mali. Nosotros ayudamos a los niños a reintegrarse en el colegio o, si son mayores para ir, a acudir a centros de alfabetización o formación."

Monica Pinna, Euronews: "Más de 4.600 estudiantes se matricularon en la escuela primera en los primeros meses de este año escolar. Las cifras son más bajas en secundaria, con solo unos 300 matriculados. El reto aquí en Mbera es mantener a los niños en clase hasta el instituto. El año pasado se graduaron unos 50 estudiantes."

La Unión Europea ha asumido el reto, incluyendo la construcción de colegios nuevos. Esto pronto será una escuela secundaria en Mbera. Los cimientos son un recordatorio concreto de que la educación en situaciones de emergencia es una de las mejores maneras de invertir en el futuro a largo plazo de los niños, según la Oficina de Ayuda Humanitaria de la UE.

Isabel Coello, Oficina Ayuda Humanitaria UE: "La educación es uno de los sectores de la ayuda humanitaria que cuenta con menos fondos. Primero están la alimentación, la vivienda, la salud, el agua y la educación solo recibe un 3% de los fondos globales. Por ello, la Unión Europea ha decidido apoyar a este sector y ha logrado incrementar del 1 al 10% la parte de los fondos del presupuesto de ayuda humanitaria dedicados a la educación."

La educación en situaciones de emergencia humanitaria proporciona a los niños y niñas un sentido de normalidad y aptitudes para la vida que son cruciales para su futuro.