¿Más vale tarde que nunca? México ha escuchado las voces de alarma sobre la inminente extinción de las vaquitas marinas, un pequeño cetáceo que vive en el Golfo de California, y ha puesto en marcha un plan para intentar salvar a la decena de ejemplares que se estima que siguen con vida.
PUBLICIDAD"Salvar las vaquitas marinas"... Un S.O.S. lanzado por asociaciones ecologistas como Greenpeace y que parece haber escuchado el gobierno de México. Se estima que solo queda una decena de ejemplares de este pequeño cetáceo emparentado con los delfines y que podría extinguirse este mismo año si no se adoptan medidas draconianas. El Gobierno quiere proteger la reserva marina en la zona del Golfo de California en la que se han avistado los últimos ejemplares.
"Vamos a delimitar físicamente para mejorar la identificación de la zona en donde no debe entrar ningún tipo de embarcación ni realizarse ningún tipo de actividad", explicaba Sergio Sánchez, subsecretario de gestión para la protección ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La pesca ilegal del totoaba, un pez cuya vejiga se considera un lujoso manjar en China, donde puede alcanzar precios astronómicos, está detrás del drama que atraviesan las vaquitas marinas. En los últimos años, muchas han muerto asfixiadas tras quedar atrapadas en las redes. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, la población de este mamífero único en el mundo se ha reducido en más de un 90% desde principios de siglo.