El Gobierno de Unidad reconocido por la comunidad internacional, y el Gobierno paralelo del mariscal Jalifa Haftar se acusan mutuamente de dinamitar el proceso de paz. Las tropas leales a Haftar aseguran haber conquistado un barrio al sur de la capital.
PUBLICIDADSe hace añicos la esperanza en Libia.
El Gobierno de Unidad, reconocido por la comunidad internacional, prepara Trípoli para una ofensiva que considera "una declaración de guerra" de las tropas leales a Jalifa Haftar.
El primer ministro libio, en una alocución televisada, ha calificado de "traidor" al mariscal y ha prometido "una respuesta firme".
"Estamos sorprendidos por los movimientos militares encabezados por Jalifa Haftar con su retórica que nos recuerda los tiempos de la dictadura y de la autocracia. Él lanza a nuestros hijos a un destino conocido, combustible para una guerra sin ganador y en la que cada uno pierde. Con su acción Haftar ha frustrado los esfuerzos de todos los libios y la comunidad internacional por una solución pacífica", ha dicho Faiz al Sarraj.
El mariscal Jalifa Haftar, líder del Gobierno paralelo que controla todo el este del país, ha difundido un mensaje de audio con toda una declaración de intenciones**: "No nos levantamos en armas, excepto contra quienes cometen injusticias y elijan la confrontación y la lucha, no disparamos salvo en respuesta a quienes portan armas... a salvo están quienes las hayan depuesto, quienes se hayan quedado en casa, quienes enarbolen la bandera blanca. La seguridad de los ciudadanos, su seguridad, su honor, su propiedad, nuestros huéspedes extranjeros de todas las nacionalidades"**, ha comentado Haftar.
Todo esto sucede horas despúes de que el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, haya abandonado el país. Pese a la gravedad de la situación, Guterres mantenía firme su intención de celebrar la conferencia de reconciliación nacional, prevista a mediados de este mismo mes de abril en la ciudad de Gadamés.