Sri Lanka ha decretado el Estado de emergencia y un día de luto tras la ola de atentados que causaron 290 muertos este domingo.
Una potente detonación ha puesto el corazón en un puño a aquellas personas que pasaban por la zona, todavía conmocionadas por la ola de ataques de este domingo que dejaron 290 muertos y alrededor de 500 heridos.
Una furgoneta explotó este lunes en Colombo, la capital de Sri Lanka, cuando la policía trataba de desactivar tres bombas que había en su interior. Afortunadamente, no hubo víctimas.
El Gobierno ha decretado día de luto nacional este martes y también el Estado de emergencia, para que las fuerzas del orden tengan más margen de maniobra.
Las autoridades creen que un movimiento islamista local está detrás de los atentados, aunque indica que debió de tener apoyo internacional por lo que investiga sus vínculos.
Al parecer la policía había recibido información de una agencia de inteligencia internacional sobre posibles ataques en el país hace diez días, pero se desconoce si se tomaron medidas ante la advertencia.
Por el momento las autoridades han detenido a una veintena de personas para interrogarlas, mientras que se han descubierto decenas de detonadores de bombas en una estación de autobuses situada entre los lugares de los ataques.