El Tribunal Superior de Justicia de Brasil ha reducido su condena por corrupción de 12 a ocho años. Podría acceder a prisión domiciliaria en septiembre. Pero dependerá de la evolución de un caso similar en el que fue condenado a doce años de cárcel en primera instancia.
La Justicia brasileña reduce la pena del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado por corrupción desde abril de 2018.
La sala quinta del Tribunal Superior, actuando en tercera instancia, ha decidido por unanimidad disminuir de doce a ocho los años de prisión
El proceso consideró probado que el fundaodor del Partido de los Trabajadores recibió una casa de tres plantas en la ciudad costera de Guarujá como soborno por favorecer a la constructora OAS en contratos con Petrobras.
"La sentencia definitiva por corrupción pasiva es de cinco años, seis meses y veinte días, y por blanqueo de dinero es de tres años y cuatro meses. Un total de ocho años, diez meses y veinte días", anunciaba Reynaldo Soares de Fonseca, presidente del Tribunal.
Lula da Silva podría pasar a un régimen de prisión domiciliaria a partir del próximo septiembre por haber cumplido un sexto de la pena. Pero sobre el exmandatario pesa otra condena de doce años por un caso similar relacionado con una casa de campo en Sao Paulo, aunque dictada solo en primera instancia. Si se confirmara en segunda instancia no podría acceder al privilegio penitenciario.