"No se puede utilizar solo el látigo con Corea del Norte". Gleb Ivashentsev, exembajador ruso en Seúl, dice que Pionyang ha mostrado que quiere encontrar soluciones y ahora Estados Unidos tiene que tomar "las medidas pertinentes"
Esta primera cumbre entre Kim Jong un y Vladimir Putin será la oportunidad para que el líder norcoreano sume el apoyo del presidente ruso a su propuesta de desnuclearización gradual, una oferta que Washington rechazó en la reciente y malograda cumbre de Hanoi. Otra cuestión será la de la cooperación económica, para ayudar a Pioyang a sobrellevar el estricto régimen de sanciones que soporta.
Rusia quiere, por su parte, enviar un mensaje claro a Estados Unidos, como explica Greb Ivashentsev, exembajador ruso en Corea del Sur y subdirector del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia.
"Queremos convencer a los estadounidenses de que es imposible utilizar únicamente una política de látigo en las relaciones con Corea del Norte -afirma-. Se pueden utilizar diferentes enfoques. Corea del Norte ha llevado a cabo una serie de acciones que indican su deseo de resolver el problema, eliminaron la base de pruebas nucleares y de pruebas de misiles y están listos para eliminar su reactor nuclear en junio si Estados Unidos toma las medidas pertinentes".
Este encuentro entre Kim Jong-un y Vladimir Putin tiene lugar casi un año después de que el líder norcoreano recibiera una invitación oficial de Rusia. Por el momento, nadie puede predecir el resultado de la cumbre.