Este ha sido el primer viaje al extranjero de Kim Jong un tras su cumbre con Donald Trump, en febrero en Hanói, que finalizó sin ningún tipo de acuerdo
PUBLICIDADVladimir Putin se muestra favorable a la desnuclearización de la península de Corea aunque Pionyang necesita garantías de seguridad y defensa de su soberanía.
La primera cumbre entre el líder norcorano, Kim Jong un, y el presidente ruso, ha durado dos horas y ha tenido lugar en la ciudad rusa de Vladivostok.
Putin llamó a avanzar "paso a paso", respetando los intereses de los demás, y no intentando imponer su postura, para evitar el estancamiento de las negociaciones.
Preguntado por la posibilidad de volver al formato de conversaciones nucleares a seis bandas, Putin ha dicho que "en primer lugar, esto depende de Corea del Norte. Si para ellos es suficiente tener garantías sólo de los EE.UU. o de Corea del Sur, entonces está bien. Si esto no es suficiente -y creo que probablemente sea el caso-", asegura," entonces estas conversaciones con 6 partes serían buenas para desarrollar el sistema internacional de garantías de seguridad para Corea del Norte".
Putin ha calificado de "sustancial" este primera cara a cara, que se ha producido coincidiendo con el bloqueo de las negociaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos. De hecho, este ha sido el primer viaje al extranjero de Kim Jong un tras su cumbre con Donald Trump, en febrero en Hanói, que finalizó sin ningún tipo de acuerdo.
Pionyang quiere una desnuclearización gradual que vaya acompañada de un levantamiento progresivo de las sanciones, y Washington, que se eliminen todos los programas de armas norcoreanos, además del atómico, antes de relajar las tensiones.
Esta cumbre permite al presidente ruso robar parte del protagonismo a Trump en la crisis tratando presentarse como valedor de una solución alternativa. Para Kim Jong un es también la oportunidad de lograr la colaboración económica de Rusia para hacer frente a los duros efectos de las sanciones internacionales.