Ya son 10 los muertos esta temporada de primavera en la cima más alta del mundo. Los expertos lamentan que la turistificación de la montaña esté atrayendo alpinstas inexpertos. 2019 es el año con más ascensos.
Ya son 10 los muertos esta temporada de primavera en el Everest. Una cifra que deja bien a las claras la insostenible situación que se vive en torno a la cima más alta del mundo a consecuencia, fundamentalmente, de la masificación. Los expertos lamentan que la turistificación de este ascenso, unida a la falta de experiencia de muchos de los escaladores han acabado desembocando en estos alarmantes números de víctimas mortales.
"Hay mucha gente que quiere subirlo y que entrena para ello, y creo que debería establecerse un límite en el número de personas que suben cada día", opina la escaladora sudafricana Kelly Letcher. "Porque tienes un suministro de oxígeno limitado y si estás cansado es lo que hay. Puede que llegues a la cima, pero después tienes que bajar, y ese es el problema".
El británico Robin Fisher ha sido la última víctima del Everest en 2019, el año en que más cimas ha registrado el techo del mundo. Hasta el momento, 825 personas han conseguido coronar una montaña hoy por hoy saturada por su fama.