El físico y magnate Elon Musk piensa poner en órbita 60 satélites esta noche. Un espectáculo que se podrá ver desde la tierra pero que asusta a los astrofísicos. Musk defiende su idea alegando que su proyecto es para un bien común.
PUBLICIDADLa compañía SpaceX del magnate sudafricano Elon Musk está empezando a causar problemas en el cielo y entre los astrónomos, más aún entre los astrofísicos. Los 60 satélites enviados en órbita el pasado jueves son tan brillantes que podrían "sombrear" las distintas galaxias.
Este miércoles 29 de mayo por la noche, los observadores aficionados y profesionales podrían verlo. En Francia en particular, a las 23:39 exactas el cielo, si está despejado, será atravesado por unos sesenta puntos de luz en fila india, un espectáculo proporcionado y financiado por SpaceX durante al menos 10 minutos.
Algo así:
El exceso molesta realmente a los astrofísicos
Todo indica que la invasión y ocupación satelital no se detendrá allí, por lo poco que conocemos de Musk, ya que tiene toda la intención de poner en órbita un ejército mexicano de 12 mil satélites llamados la constelación de Starlink. "Si hay 12 mil allí arriba, significa que cientos de personas estarán sobre el horizonte en cualquier momento", dice Jonathan McDowell, del Harvard and Smithsonian American Astrophysics Center de Cambridge, Massachusetts, quien conversó con la Agencia Francesa de Prensa (AFP).
El CEO de SpaceX responde a sus críticos en su cuenta de Twitter, dándose a sí mismo el papel de defensor de la población más desfavorecida del mundo. "Starlink no será visto por nadie excepto por aquellos que lo observan con mucha precisión, y tendrá un impacto de alrededor del 0% en el progreso astronómico", escribe. El proyecto de Elon Musk es llevar la banda ancha a todo el planeta a través de Internet, lo que considera un "bien superior".
¿Más satélites que estrellas visibles de noche?
El temor de los científicos proviene del hecho de que los satélites de Starlink brillan particularmente debido a su forma plana y al gran panel solar con el que están equipados. Cuando pasan a través del campo durante la observación nocturna con un telescopio, la visión se ve perturbada por las líneas de luz. Cuando alcanzan su órbita máxima, a unos 550 kilómetros de la Tierra, su brillo disminuye en intensidad. En cualquier caso, SpaceX entendióel mensaje: durante la fabricación de los próximos satélites, la cantidad de luz que su superficie puede reflejar será reducida.