Pretenden destruir muros y franquear barreras. Todavía hoy, muchos consideran que el fútbol es un deporte reservado para hombres heterosexuales. Pero no todos opinan lo mismo y unen sus esfuerzos para tratar de que la identidad sexual de cada persona no suponga ningún problema para el resto
Pretenden destruir muros y franquear barreras. Todavía hoy, muchos consideran que el fútbol es un deporte reservado para hombres heterosexuales. Pero no todos opinan lo mismo y unen sus esfuerzos para tratar de que la identidad sexual de cada persona no suponga ningún problema para el resto. Éste es uno de los objetivos del torneo de fútbol sala organizado este fin de semana en Bogotá.
"Lo importante es la diversidad y demostrar que, en el campo, todos somos iguales. No importa si eres lesbiana, gay, bisexual, transexual, intersexual o heterosexual... puedes jugar. Se trata de hacernos visibles en el deporte", declara Sebastián Corner, organizador del evento.
Los tiempos cambian y la sociedad evoluciona. Pero los miembros de los colectivos que luchan por hacer de éste un mundo 'inclusivo' consideran que aún queda mucho trabajo por hacer. Aspiran a que pronto, la palabra discriminación sea desterrada del 'deporte rey'.
"El fútbol es machista, no sólo con las personas del colectivo LGBT, sino también, con las mujeres. Este evento ayuda a terminar con esos bloqueos que a veces nos generan, a hacernos visibles y a acabar con la discriminación", señala el futbolista, Alejandro Vargas.
Varios colectivos de aficionados han planteado a la FIFA, la cuestión de la homofobia en el deporte. El organismo que rige el fútbol mundial tiene reglas claras contra la discriminación por motivos de orientación sexual. Pero los activistas consideran que permitir que Rusia y Catar organicen sendas Copas del Mundo, envía mensajes contradictorios.