El líder serbio cree que el hasta ahora primer ministro de Kósovo busca apoyo popular.
Una artimaña política. Así ha calificado este sábado el presidente de Serbia la dimisión del primer ministro de Kósovo.
Aleksandr Vucic considera que la renuncia tiene por objetivo conseguir mayor apoyo popular y vaticina que, 48 horas después de prestar declaración ante los jueces, Ramush Haradinaj retornará a Pristina como un héroe ante los ojos de sus compatriotas.
Además, el líder serbio insistió en que la medida podría alimentar las tensiones étnicas y frenar aún más los esfuerzos para la normalización de las relaciones entre ambos países.
El líder de las guerrillas
Haradinaj anunció su dimisión el pasado viernes, después de haber sido llamado a declarar como sospechoso en La Haya en la investigación de los crímenes contra ciudadanos serbios durante y después del conflicto bélico de finales de los 90. Entonces ocupaba el cargo de jefe del denominado Ejército de Liberación de Kósovo.
Ramush Haradinaj ya fue acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. Sucedió en el 2008 y el 2012 y en ambas ocasiones fue absuelto. La próxima semana declarará en La Haya, ya no como primer ministro sino como un ciudadano corriente.