El incendio, hace un año, en la costa oriental de la región de Ática en Grecia, fue el más mortífero en Europa desde 1900 y en Mati, dejó más de 50 heridos. Los afectados piden al Gobierno que esté junto a ellos tal y como se comprometieron hace un año.
PUBLICIDADEl incendio, hace un año, en la costa oriental de la región de Ática en Grecia, fue el más mortífero en Europa desde 1900 y en Mati, dejó más de 50 heridos. Heridos como Kostas. Tiene 37 años. Debido a la gravedad de sus quemaduras estuvo hospitalizado durante varios meses y tuvo que someterse a numerosas operaciones
"Cuando estaba abriendo la puerta para salir vi que mis manos se estaban hinchando. Fue entonces cuando vi aquella gran pared de fuego en la calle que lleva a la playa. La calle estaba totalmente cubierta de enormes llamas. No sabía qué hacer. Así que atravesé ese muro de fuego. Al saltar me caí y pensé o te levantas o morirás".
Dimitris Filippis resultó herido de gravedad al tratar de ayudar a otras personas que estaban atrapadas en en incendio. Si está vivo, como dice él, es de milagro.
"Creí que estaba escuchando el fuego, pero eran mis manos que no paraban de moverse por la intensidad de las llamas. Piensas que vas a morir de la peor manera posible y simplemente corres para salvarte, pero te das cuenta de que hay no hay escapatoria”, apunta Dimitris Filippis.
Un año después, las víctimas se sienten olvidadas. Los medicamentos y equipos necesarios para ser tratados no están cubiertos por la seguridad social. "El Estado simplemente no está. Nos ha abandonado", recalca Dimitris.
Para intentar cubrir esos enormes gastos de rehabilitación los residentes de Mati han estado recaudando dinero. Además un equipo médico especializado vino desde Suiza para examinar a los heridos y brindar su experiencia a sus colegas griegos.
Sin embargo más allá de las heridas físicas las víctimas sufren también problemas psicológicos que los especialistas tratan de solventar.
"Al principio, nuestro cuerpo entra en modo de supervivencia. Primero, tienes que sobrevivir y luego llega la "turbulencia emocional". Eso ocurre después por la experiencia traumática", señala la psicóloga Agelika Agelidi.
Por todo ello los afectados piden al Gobierno que esté junto a ellos tal y como se comprometieron hace un año.