Esta semana, Bélgica ha batido récords de temperatura con los termómetros por encima de los 40 grados. Pero los expertos advierten: este es el segundo año en que el país afronta una sequía
PUBLICIDADCualquier lugar es bueno en Bruselas para refrescarse. Las fuentes públicas se han convertido en baños públicos donde los niños se divierten.
Esta semana se han batido todos los récords de temperatura. El jueves los termómetros superaron los 40 grados, algo que no se veía desde 1833.
"Es la primera vez, no es normal que haga tanto calor", confirma una mujer en la calle.
Pero las fuentes públicas no bastan, hay que permanecer vigilante. "Hay que beber mucha agua. Sobreto los niños. Yo estoy atenta para que beban mucho. Y de vez en cuando, ponemos en marcha el ventilador", explica otra viandante.
Los vendedores ambulantes hacen lo que pueden para protegerse del sol. Hay que atraer a los pocos turistas que se atreven a afrontar las altas temperaturas. Cuando eligieron destino difícilmente podían imaginar que encontrarían tanto sol y tanto calor en Bruselas.
Y las noches son especialmente difíciles. "Si abrimos las ventanas entran los mosquitos y si las cerramos es como estar en un horno, en una sauna", explica un visitante alemán.
Pero hay quien se alegra, especialmente tras haber afrontado un largo invierno bajo las nubes. "Hace calor, pero sienta bien. No ocurre demasiado a menudo. Así que estoy contento de que haga calor", afirma un joven.
Las temperaturas han empezado a bajar ligeramente este viernes. Pero los expertos advierten sobre los riesgos a largo plazo. Hace ya dos años que Bélgica sufre por la falta de agua.
"En estos momentos todo está muy seco y es algo muy preocupante para el mundo de la agricultura y para el país entero", explica Alex de Walque, del Instituto Real de Metereología de Bélgica.
Se esperan vientos y tormentas para el fin de semana.