El riesgo de ser mujer en Rumanía

El riesgo de ser mujer en Rumanía
Por Carlos MarlascaLaurentiu Colintineanu
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El asesinato de una adeloscente hace saltar todas las armas sobre la violencia machista, la trata de seres humanos y la incompetencia de las instituciones.

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El centro de Bucarest parece un santuario. Velas, fotos y pancartas recuerdan a Alexandra, la adolescente asesinada que llamo al teléfono de emergencias, pero los cuerpos rumanos competentes no hallaron su paradero hasta 19 horas después.

El domingo, miles de personas se concentraron para mostrar su indignación contra las autoridades y transmitir un mensaje en voz de la investigadora y activista Irina Ilisei: "No es sólo una situación trágica y singular. Cosas como esta, quizás no al mismo nivel de visibilidad y violencia, pero la violencia contra las mujeres existe todos los días".

Las cifras oficiales proporcionadas por la policía rumana muestran que la violencia machista está muy extendida por todo el país. Sólo el año pasado se registraron 35.600 casos , lo que supone una media de casi 100 casos cada día.

Sin embargo, en este momento, el discurso político todavía no se centra en las cuestiones sociales. El Presidente Klaus Iohannis prometió que se castigaría a todos los responsables por el caso de Alexandra. La primera ministra Viorica Dancila cesó a ministros y jefes de las fuerzas de seguridad.

Pero la policía denuncia una mala gestión de recursos humanos y demasiada injerencia política. "Cada vez que entra una nueva figura política, nombran a nuevos jefes de instituciones subordinadas y su propósito es servir a intereses específicos", advierte Gabriel Girnita, vicepresidente del sindicato de Interpol.

En 2018, unos 4.000 niños desaparecieron, según los informes oficiales. Cuatrocientos nunca fueron hallados. Las sospechas apuntan a las redes de trata. de personas, que es otro ángulo en la investigación del asesinato de Alexandra. Rumanía siempre está entre los cinco primeros países de la Unión Europea con más víctimas de trata de seres humanos. La mayoría de las niñas y mujeres jóvenes son llevadas a países como el Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y España para ser explotadas sexualmente.

"El hecho de que los ciudadanos rumanos necesiten una vida mejor o que busquen un trabajo mejor está perfectamente justificado. Pero esta no es la causa de la trata de personas. Cuando hay, por ejemplo, una gran demanda de servicios sexuales y se puede ganar mucho dinero, es cuando intervienen las organizaciones criminales, explica Ciprian Ghituleasa, portavoz de la Agencia Rumana de Lucha contra la Trata.

"El clamor de la opinión pública tras el asesinato de Alexandra está presionando al gobierno para que aborde reformas urgentes en los principales servicios de Rumanía, sobre todo en la policía y el sistema judicial. Pero en un país donde la violencia machista está todavía muy extendida, la trágica muerte de Alexandra podría ser un revulsivo, no sólo a nivel estatal, sino también en la mentalidad de los rumanos", concluye Laurentiu Colintineanu, corresponsal de Euronews.

Fuentes adicionales • Laurentiu Colintineanu

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