"Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye los horripilantes y espantosos videojuegos que ahora son comunes", dijo Trump.
PUBLICIDADLas redes se han llenado de indignación tras las declaraciones que ayer Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, hacía en referencia a los dos tiroteos masivos que tuvieron lugar en un mismo fin de semana, el sábado en El Paso, Texas, que se saldó con veinte víctimas, y el domingo en Dayton, Ohio, donde murieron nueve personas. En cuanto al ataque de El Paso, localidad de mayoría hispana, se sospecha que el atacante, un joven blanco de 21 años, podría haber perpetrado la matanza motivado por convicciones racistas y supremacistas.
El discurso del presidente Trump ha levantado polémica, no solo por su confusión entre Dayton, la ciudad ocurrió la matanza, y Toledo, sino que mencionó los videojuegos como una de las posibles causas de la normalización de la violencia que deriva en estos ataques.
"Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye los horripilantes y espantosos videojuegos que ahora son comunes", dijo Trump. "Hoy en día es demasiado fácil para los jóvenes con problemas rodearse de una cultura que celebra la violencia. Tenemos que poner fin a esta situación o reducirla sustancialmente, y tiene que empezar de inmediato. El cambio cultural es difícil, pero cada uno de nosotros puede elegir construir una cultura que celebre el valor y la dignidad inherentes a toda vida humana. Eso es lo que tenemos que hacer".
La etiqueta #VideogamesAreNottoBlame (La culpa no es de los videojuegos) se ha vuelto trending topic en Twitter en Estados Unidos y Europa durante las últimas 24 horas y miles de jóvenes y aficionados a los videojuegos han protestado por la conexión entre esta forma de ocio y un tiroteo masivo.
Euronews ha hablado con una especialista en psicología infantil para aclarar las afirmaciones de Donald Trump.
"No hay relación entre videojuegos y violencia. Hablamos de conceptos muy graves y establecemos una relación causa efecto que no está demostrada científicamente y que genera una alarma social importante, y además trata de dar una visión muy negativa de un mundo de ocio como los videojuegos", explica María Jesús Campos, psicóloga infantil.
La especialista explica que la mayor dificultad para los jóvenes es "dejar el videojuego", es decir, parar de jugar cuando se ha rebasado el horario establecido por los padres o por tener que atender otras obligaciones. "Estan jugando y se lo están pasando bien, es su forma de ocio y además están jugando online con los colegas… no es el hecho de que se vuelva agresivo y quiera seguir matando por la necesidad de matar, sino que se niegan a dejar de jugar", explica Campos.
Por otra parte, los niños y jóvenes tienen la capacidad de diferenciar entre realidad y ficción, una habilidad que se desarrollaría entre los 6 y los 7 años.
"A partir de 6 o 7 años ya puedes dialogar con tu hijo y ellos comienzan a discriminar que es realidad y ficción y qué está mal o bien. Si viendo una película hay alguna escena que sale que va a costar comprender tienes que comentarla con el niño y preguntarle qué no entiende. Es muy importante el punto de diálogo, establecer límites y normas en el punto de respetar el código PEGI de videojuegos… Pero podemos no culparlos de una matanza", aclara la psicóloga.
Según la psicóloga María Jesús Campos, en el caso de un tiroteo masivo perpetrado por un joven habrían entrado factores más importantes en juego como "las ideologías, el odio o la intolerancia".