El ministro de Finanzas alemán advierte de los peligros para la economía global de una guerra comercial entre EEUU y China
Alemania hace un llamamiento a la calma mientras Washington niega los temores de una posible guerra comercial con China.
Depués de calificar a Pekín como un manipulador de divisas, el presidente Donald Trump baja el tono de su retórica pero insiste en que las amenazas del país asiático no tendrán impacto en su economía.
"EE.UU. estaba en una posición fuerte, dijo Trump en un tuit. A este país llegan cantidades masivas de dinero procedentes de China por razones de seguridad, inversión y rentabilidad"
Pero las consecuencias pueden pasar factura a otros países como Alemania, en donde el ministro de Finanzas Olaf Scholz ha advertido que una nueva escalada sólo perjudicará a la economía global. "Todos deberíamos, dijo, mantener la cabeza en su sitio, bajar el tono de la retórica y volver a la mesa de negociaciones."
La industria alemana se puede ver muy afectada ante una guerra comercial, ya que China es un gran comprador de su maquinaria y equipos. Una ralentización en el país asiático podría rebajar sus pedidos en incluso, mucho peor, suspenderlos.
Pese a la relativa calma, no hay acuerdo a la vista. De hecho, para tensar más la relación, este martes China lanzó la orden de que las empresas estatales cesen la compra de productos agrícolas estadounidenses y no descarta imponer aranceles a las ya realizadas desde el 3 de agosto.