El fuego asola Grecia. Decenas de personas luchan sin descanso contra un gran incendio que arrasa con todo a su paso en la isla de Eubea. Las llamas siguen con su imparable y destructivo avance en otras partes del país
PUBLICIDADEl fuego devora Eubea. Un gran incendio arrasa con todo a su paso por la isla griega. Un monasterio y varios pueblos han sido evacuados ante el imparable avance de las llamas, que han reducido a cenizas buena parte de una zona declarada reserva natural.
"Llegamos al lugar al mediodía. Fuimos los primeros voluntarios en prestar ayuda para tratar de apagar el fuego. Socorrimos al monasterio y a quienes se encontraban en él. Las llamas se acercaron mucho a nosotros. Salimos de allí con fuego por todas partes. Todo se quemaba", declara Panos Agianitis, voluntario que ayuda en las labores de extinción del incendio.
Cientos de bomberos, militares y voluntarios, apoyados por unidades terrestres y aéreas, trabajan sin descanso para que el foco no prosiga su camino de destrucción en la sexta isla más grande del mar Mediterráneo.
Las llamas comenzaron alrededor de las 03:00 horas de este martes, hora local, en la carretera. Rápidamente se extendieron a la densa y seca vegetación de la zona que se encuentra a unos 100 kilómetros al nordeste de Atenas. Ante la intensidad del viento y el fuego, las autoridades griegas ordenaron la evacuación de un monasterio e instaron a los habitantes de varios pueblos cercanos a estar preparados para abandonar sus localidades, en caso de necesidad. El de Eubea es uno de los numerosos focos que permanecen activos en Grecia.
"Miles de hectáreas de naturaleza ardieron en cuestión de horas. El cielo está lleno de cenizas. Las autoridades afirman que la seguridad humana es una prioridad absoluta. Se ordenó a los habitantes de las localidades de la zona que abandonaran el lugar y a quienes sufren problemas de salud, que se alejaran lo máximo posible", señala Giannis Giagkinis, corresponsal de Euronews en Eubea.
El fuerte viento que sopla en la zona ha llevado hasta Atenas el denso humo provocado por el incendio. La capital griega fue, el lunes, escenario de otro de los muchos focos de fuego que asolan el país estos días. Los bomberos lograron controlar las llamas que quemaron parte del monte de Imittós, en las afueras de Atenas, que destruyó varias viviendas. Pero el fuego sigue con su imparable y destructivo avance en otras partes del país. El jefe de Protección Civil elevó el nivel de alerta de los servicios de emergencia a una cota muy alta debido a la fatal combinación de temperaturas abrasadoras, vientos fuertes y sequía.
Una explosiva mezcla que ha provovado decenas de incendios en apenas veinticuatro horas. Numerosos efectivos del cuerpo de bomberos, apoyados por medios terrestres y aéreos tratan de mantenerlos bajo control y extinguirlos. Pretenden evitar que se reproduzcan escenas como las del año pasado. Los griegos, recuerdan con amargura la catástrofe que se produjo en la estación balnearia de Mati. El que está considerado como el incendio más mortífero del país, en la era moderna, dejó 102 muertos y cientos de damnificados.
De momento, las condiciones meteorológicas no ayudan. Los meteorólogos prevén que las altas temperaturas y los fuertes vientos se mantendrán en los próximos días.