Omar al Baxhir se enfrenta a cargos por corrupción y posesión ilegal de divisas
Omar al Bashir, quien fuera presidente de Sudán, se sentó de nuevo el sábado en el banquillo de los acusados, tras ser derrocado en abril por el Ejército, que ponía así fin a una dictadura de treinta años. Se le imputan cargos por corrupción y posesión ilegal de divisas. En la última sesión del juicio que comenzó el 19 de agosto, la defensa alegó que los más de 80 millones de euros que su cliente recibió de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos no eran un regalo sino que estaban destinados a la cooperación entre presidentes y pidió, además, su salida de prisión, donde está desde su caída, a cambio de una fianza.
Por otro lado, las nuevas autoridades han rechazado que al Bashir sea juzgado por la Corte Penal Internacional de la Haya por haber estado detrás del genocidio cometido en la localidad de Darfur contra la población civil entre 2003 y 2008. A pesar de las graves acusaciones, un grupo de seguidores mostró su apoyo al exmandatario a las puertas del tribunal.