Las manifestaciones prodemocráticas en Hong Kong se trasladan a las aulas en el primer día de curso escolar tras un fin de semana de protestas violentas con actos vandálicos y dura represión policial
PUBLICIDADProtesta estudiantil en el primer día de curso escolar en Hong Kong.
Las manifestaciones prodemocráticas que llevan más de tres meses sacudiendo la excolonia británica se trasladaron este lunes a las aulas. Ocho universidades públicas y cinco centros de educación superior iniciaron una huelga de dos semanas para presionar a las autoridades.
"La razón por la que me atrevo a salir (y unirme a la asamblea) no es porque quiera cambiar todo en la sociedad, sino porque quiero decirles a todos que en esta sociedad, este grupo de jóvenes son personas con esperanza, y queremos que nos apoyen y nos ayuden. Y nos apoyen o no, esperamos que no abusen o usen la violencia contra nosotros", defiende Adamska Chan, estudiante de secundaria.
La reivindicación de los manifestantes ha llegado también a los hospitales, como el Queen Mary, donde se formó una cadena humana en apoyo a la huelga.
El último fin de semana el centro financiero asiático vivió tensas jornadas de protesta con algunos actos vandálicos que obligaron a cerrar la línea de metro que conecta con el aeropuerto.
La policía denuncia el lanzamiento de un centenar de cócteles molotov el sábado.
"Los manifestantes radicales ahora usan bombas de petróleo que pueden arder más tiempo y de manera más violenta, causando así más daño. Si alguien es golpeado por una bomba de gasolina, las consecuencias pueden ser inconcebibles. Estamos viendo que los manifestantes radicales han perdido completamente el control, no tienen en cuenta la vida y la seguridad públicas", ha dicho el Jefe Adjunto de la Policía de Hong Kong, Mak Chin-ho.
La policía detuvo a 159 personas durante el fin de semana, por vandalismo, asalto policial o posesión de armas.
Las protestas, que comenzaron en marzo contra la ley de extradición a China, han movilizado a cientos de miles de personas y han dejado enfrentamientos con la policía, a la que se ha acusado de abuso en la represión de las protestas.
Por eso, además de exigir la retirada total de la polémica ley de extradición y del término "revuelta" a las manifestaciones, los manifestantes reclaman la amnistía para los arrestados, una investigación independiente sobre la brutalidad policial a la hora de dispersar las protestas y la introducción del sufragio universal.