EEUU ya ha comenzado a denegar asilo a los migrantes que hayan pasado antes por otros países sin pedir en ellos esa protección. Esta medida del gobierno Trump recibió el miércoles la bendición del Tribunal Supremo. Entre los migrantes, cunde la inquietud
La frontera de México con Estados Unidos es hoy más alta. Las autoridades estadounidenses ya están aplicando la normativa que les permite denegar asilo a los indocumentados que hayan pasado antes por otros países sin pedir en ellos esa protección.
Esa medida del gobierno de Donald Trump recibió el miércoles la bendición del Tribunal Supremo estadounidense. El resultado es que miles de centroamericanos que deseaban entrar en Estados Unidos o estaban esperando en México la tramitación de sus solicitudes de asilo, se han quedado de repente en el limbo, sin saber qué va a pasar con ellos.
En los albergues de migrantes en México cunde la inquietud.
"Los que estamos pidiendo una solicitud de asilo, los que ya estamos en proceso de la solicitud de asilo, creo que nos la van a negar. Creo, no sé, eso es lo que uno entiende", comenta una joven.
"Porque sí, esperar esperábamos, no era un problema esperar. Iba a llegar tu turno, ibas a ir a tu cita, si te regresaban, ibas a volver a esperar, pero iba a llegar en algún momento, pero ahora ya no, ahora con esta noticia, qué nos queda", añade otro demandante de asilo.
La cifra de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos no ha parado de crecer en los últimos meses. Según datos de oficiales, más de 430.000 solicitudes de asilo están sin resolver.
Esta última medida se suma a todo un arsenal que la administración Trump ha puesto en marcha para desincentivar a los migrantes, como separar a los padres de sus hijos menores de edad tras cruzar la frontera o devolver a México a los solicitantes de asilo mientras se resuelven sus casos.