El mapa del ruido oceánico mundial revela la contaminación invisible marina

El mapa del ruido oceánico mundial revela la contaminación invisible marina
Derechos de autor REUTERS/Phil Noble/File Photo
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Por Marta Rodriguez Martinez
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Una expedición, que ha dado la vuelta al mundo en cuatro años, ha medido los niveles acústicos en los océanos para concienciar sobre los efectos de la contaminación acústica en la biodiversidad marina.

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Lo que vemos es plásticos, desde las playas hasta a 10.000 metros de profundidad bajo el agua, lo que no vemos son los ruidos provocados por actividades humanas, como motores, explosiones o perforaciones subacuáticas, que también degradan los ecosistemas marinos.

Esta contaminación es poco conocida, porque es invisible y en muchos casos inaudible, puesto que alcanza frecuencias imperceptibles para el oído humano. 

Sin embargo, está en aumento "con el desarrollo de las actividades industriales en el mar y se extiende a gran velocidad por todos los rincones del planeta", explica Michel André, quien ha liderado un grupo de biólogos e ingenieros en el proyecto '20.000 Sonidos Bajo el mar', una cartografía acústica de los océanos del mundo, en colaboración con el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña en Barcelona.

A bordo del barco Fleur de Passion, un antiguo dragaminas de la Armada alemana construido en 1941, el equipo de André ha recogido más de 500 horas de grabaciones sonoras de los mares y océanos entre Sevilla y Ciudad del Cabo durante cuatro años de navegación alrededor del mundo. 

La conclusión es que los océanos son cada vez más ruidosos. La principal fuente del ruido es el tráfico comercial, además de las prospecciones sísmicas y las actividades militares. "La contaminación acústica marina es reconocida hoy en día como uno de los mayores disruptores de los ecosistemas marinos que amenazan el equilibrio natural de los océanos", señala André en el documento en el que se presentan los hallazgos de la expedición.

The UPC project 20,000 Sounds Under the Sea
Mediciones de ruido en el océano a bordo del Fleur de la Passion.The UPC project 20,000 Sounds Under the Sea

Los científicos han demostrado que estos sonidos impactan en el ciclo vital de múltiples especies marinas, puesto que la mayoría de los peces e invertebrados utilizan el sonido para sus funciones vitales, señala un estudio de 2018 de Linda Weilgart, investigadora y profesora de la Universidad Dalhousie, en Halifax.

"Los impactos del ruido en el desarrollo incluyen malformaciones corporales, mayor mortalidad de huevos o inmadurez, retrasos en el desarrollo, retrasos en la metamorfosis y el asentamiento, y tasas de crecimiento más lentas", añade.

Aquí puedes consultar el Mapa del Ruido Oceánico Mundial y qué especie marina está siendo perjudicada.

En noviembre de 2018, la Organización de Naciones Unidas subrayó la urgente necesidad de proseguir la investigación y la cooperación internacional para evaluar y abordar los posibles efectos del ruido subacuático antropogénico en todas las zonas oceánicas

Dónde el océano aún está en silencio

El proyecto cartográfico de Fleur de Passion tiene como objetivo concienciar de que la contaminación acústica es un riesgo para la supervivencia de los océanos, pero también explorar zonas marinas del planeta acústicamente poco conocidas, como el Hemisferio Sur.

The UPC project 20,000 Sounds Under the Sea/University of Geneva
Fleur de PassionThe UPC project 20,000 Sounds Under the Sea/University of Geneva

Especialmente en el Pacífico Sur, entre la Polinesia Francesa y Australia, hay zonas donde el ruido de las actividades humanas aún no han alcanzado niveles críticos y se observan situaciones casi previas a la industrialización, dónde los escasos sonidos los producen las especies acuáticas.

"Esto ciertamente ayudará a la comunidad científica a comprender mejor (y ojalá corregir) su advenimiento en el siglo pasado", señala André.

Los datos acústicos recogidos por la expedición dicen que ayudarán a construir modelos para predecir futuros cambios en el medio marino. Una labor particularmente relevante en las regiones árticas y antárticas, donde el hielo ha conseguido hasta ahora mantener todavía en silencio acuático, pero que no están a salvo de inminentes exploraciones industriales.

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