El Partido Conservador Austríaco del excanciller Sebastian Kurz, parte como favorito pero necesitará apoyos para gobernar.
Las elecciones legislativas anticipadas en Austria de este domingo pretenden poner fin a la crisis política que sufre el país desde mayo. Tras la ruptura de la coalición entre los conservadores y el ultranacionalista FPÖ, envuelto en un escándalo de corrupción, el excanciller Sebastian Kurz, cuyo Partido Popular Austríaco es el favorito en los sondeos, podría optar por otro tipo de alianza.
"Lo realmente importante es la lucha entre los diferentes bandos políticos. Tenemos un campo de centroderecha y otro a la izquierda. Sebastian Kurz mencionó que quiere formar un gobierno de centroderecha y que Austria es un país conservador. Por lo tanto, el campo de la izquierda es claramente más débil que el de la derecha. Este es realmente el principal pulso de esta campaña electoral", afirma el analista político Peter Hajek.
Sin embargo, hay una gran posibilidad de que los conservadores de Kurz vuelvan a renovar su alianza con la extrema derecha, debido principalemten a su discurso común contra la inmigración.