Tres policías y una administrativa han muerto por las cuchilladas recibidas por un compañero informático, que fue a continuación abatido por un agente. Su comportamiento nunca había resultado sospechoso.
PUBLICIDADParís vuelve a vivir una pesadilla.
Cuatro personas, tres policías y una administrativa, han muerto este jueves por las cuchilladas recibidas por un empleado en la Prefectura de policía.
El asaltante era un asistente del departamento de informática de 45 años, que a continuación también resultó muerto por disparos de un agente.
Otra persona sufrió heridas y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
Nunca levantó sospechas
El agresor trabajaba en las dependencias policiales, en pleno centro de la capital francesa, desde 2003. Según el ministro del interior galo su comportamiento nunca levantó sospechas.
"Este hombre era conocido en su departamento, el servicio informático, trabajaba junto a mucha gente allí, explicaba el ministro del Interior Christophe Castaner. "Nunca había presentado problemas de comportamiento, ninguna señal de alerta. Pero esta mañana ha cometido esta matanza".
En el interior de las instalaciones se vivieron momentos de pánico.
"Intenté ver qué pasaba, si era un atentado o quizás habían entrado varias personas para matar a gente", recuerda Emery Siamandi, intérprete de la Prefectura. "Desconfiaba. Y vi de repente a policías con sus armas. Donde yo estaba el 99 por ciento de las personas eran policías. Había muchas chicas jóvenes que empezaron inmediatamente a gritar y a llorar. Me dije 'esto es muy grave'.
Registro de su domicilio
La Fiscalía ha abierto una investigación por homicidio y tentativa de homicidio.
Las fuerzas de seguridad han registrado la casa del informático en busca de un posible vínculo terrorista o de cualquier otra explicación a lo sucedido. Según algunos medios franceses, se había convertido al islam hacía un año y medio. Su esposa ha sido detenida para ser interrogada.