Katowice es una ciudad construida en torno al carbón, pasó de ser un pequeño pueblo del siglo XVIII a convertirse en una potencia industrial. Ahora está sufriendo otra transformación: busca desarrollar una forma de vida y de trabajo más limpia, más verde y más sostenible
PUBLICIDADKatowice es una ciudad construida en torno al carbón, pasó de ser un pequeño pueblo del siglo XVIII a convertirse en una potencia industrial. Ahora está sufriendo otra transformación: busca desarrollar una forma de vida y de trabajo más limpia, más verde y más sostenible. Analizamos cómo esta ciudad polaca ha convertido las minas de carbón en minas de cultura y en nuevos lugares de emprendimiento.
La pieza central de esta remodelación urbana es el Museo Silesiano, construido en una mina de carbón. Junto con un museo subterráneo y el espacio para reuniones, la sala principal cuenta con dos campos de fútbol de 14 metros de largo y 14 metros de profundidad. Hay exposiciones sobre la historia de la región y sobre el arte polaco, incluyendo obras de mineros del carbón como Jan Nowak: "Es asombroso. Solía trabajar aquí, con una pala, con un martillo, y ahora mis obras están en este museo, en esta mina". Para Nowak, el arte era una terapia para un trabajo duro, a veces mortal... "Era como alejarme del estrés, del trabajo. Es importante que no desaparezca, que no se olvide. Pero algo queda después de lo que mis colegas y yo creamos".
Alrededor de un cuarto de millón de personas visitan el museo cada año, una buena señal para su directora, Alicja Knast: "Este sitio tiene muchas memorias de trabajo, memorias de vida, y estamos tratando no sólo de encapsularlas en nuestra programación, sino que de alguna manera tratamos de estar muy cerca de aquellos cuyas vidas estaban relacionadas con ese sitio en particular".
Otra cosa que da nueva vida a una antigua mina de carbón es el Teatro Bytom, dentro del edificio que albergaba la capilla y las oficinas del yacimiento. Lo que hoy es el escenario fue en su momento un altar, para celebrar, pero también para llorar a los mineros que perecieron.
"La energía es muy importante, porque nuestro interés es construir y contar las historias a través de lo físico y la conciencia del cuerpo. Por lo tanto, tener en cuenta el trabajo que se hizo bajo tierra es muy importante e inspirador", explica Anna Piotrowska, directora del teatro.
El distrito de Nikiszowiec, centenario, construido junto a una mina, preserva el tejido social al tiempo que llega a las nuevas generaciones. Henryk Mercik, planificador urbano, considera que parte del esfuerzo es para evitar borrar el pasado, y en su lugar convertirlo en parte del futuro: "Las personas mayores que trabajaban en esta mina, que estaban asociadas con esta mina, todavía viven aquí, pero ahora es un lugar muy de moda. No solo te puedes encontrar a grupos de turistas, sino sobre todo a nuevos habitantes, a gente que quiere vivir aquí, a jóvenes".
También tiene sentido desde el punto de vista empresarial reurbanizar las zonas mineras, reciclar a una mano de obra ya cualificada y utilizar nuevas tecnologías, como el Euro Center, que funciona con energía renovable, cerca de la mina de Wieszowiec, que todavía está en funcionamiento.
"Realizamos ensayos para pequeñas y medianas empresas, en el campo de la eficiencia energética en edificios y eficiencia de energías renovables, tecnologías solares, pruebas de redes inteligentes", nos explica Patryk Bialas, director de innovación del Euro-Centrum.
Viajamos a la capital Varsovia para hablar con el Ministerio de Medio Ambiente sobre Katowice y sobre cómo puede servir de modelo para otras ciudades. Katowice fue la anfitriona de las conversaciones sobre el clima el año pasado y será la anfitriona del Foro Urbano Mundial de la ONU en 2022.
"En este momento hay más gente empleada en esta región en el sector automotriz que en el sector minero. Hay nuevos servicios, hay 'startups'. La gente apuesta por la investigación sobre el desarrollo, sobre las nanotecnologías", explica el ministro.
"Lo que también es simbólico es que en la región de la antigua mina, ahora mismo tenemos una zona cultural. Así que tenemos un centro de congresos, tenemos una ópera y también un museo que describe la historia de esta región", concluye.
Tecnología y cultura: dos fuerzas impulsoras del renacimiento de Katowice.