La capital ecuatoriana despertó este domingo con las calles vacías y la resaca apreciable en los restos de un paisaje de después de la batalla.
La capital ecuatoriana despertó este domingo con las calles vacías y la resaca apreciable en los restos de un paisaje de después de la batalla. En vigor aún el estado de excepción declarado por el presidente lenín Moreno y el toque de queda proclamado con poca fortuna por el ejército ecuatoriano y que no se implantaba desde los golpes de estado sufridos por Ecuador en el decenio de los sesenta y setenta.
Han sufrido incendios y serios daños el canal de televisión Teleamazonas, el diario El Comercio y la sede de la contraloria (tribunal de cuentas) entre otras muchas instalaciones.
Los líderes indígenas se han dicho dispuestos a negociar, el presidente Lenín Moreno ha ofrecido negociar los recortes económicos que provocaron las protestas. Mantiene la eliminación de los subsidios al combustible. La oficina de Naciones Unidas en Ecuador y la Conferencia episcopal avalan el comienzo del diálogo que anunciaron este domingo.