Los ecologistas alertan de que el problema en el Mar Menor viene de lejos y exigen responsabilidades por el desarrollo agrícola y urbanístico, porque "con un problema tan agravado, las medidas necesarias son más drásticas y caras"
PUBLICIDADA mediados de octubre aparecieron toneladas de peces muertos en la laguna del Mar Menor, en la región española de Murcia.
La administración ha culpado a las lluvias torrenciales que dejó la gota fría, pero los ecologistas alertan de que el problema en el Mar Menor viene de lejos y exigen responsabilidades por el desarrollo agrícola y urbanístico, porque "con un problema tan agravado, las medidas necesarias son más drásticas y caras", explica Pedro Luengo, de Ecologistas en Acción en Murcia.
"En el año 87 hubo unas riadas similares y no tuvieron este efecto devastador en la fauna del Mar Menor", recuerda Luengo. "El problema viene de mucho antes, es un problema de exceso de nutrientes principalmente de origen agrícola que lleva muchas décadas entrando y que está llegando ya al límite de lo que el Mar Menor puede soportar".
Por eso Luengo recomienda "reducir al máximo las entradas de nutrientes de nitratos y fosfatos que vienen de la agricultura. Reducir toda la parte ilegal, hacer una recuperación de todo el sistema de drenaje, las ramblas de todo el campo de Cartagena que han sido usurpadas y revegetar la primera línea de costa que haría de freno a esos nutrientes".
La muerte del Mar Menor pone sobre alerta a otros territorios también descuidados que podrían sufrir un fenómeno parecido si no se toman medidas.
Luengo asegura que con el crecimiento del regadío industrial esn España, en todas las cuencas donde se concentren afluentes de nutrientes de la agricultura puede ocurrir algo similar.
"Es posible que acabe pasando en partes del Mediterráneo, y de hecho se están contaminando acuíferos, que es la primera línea de llegada de estos nutrientes".
El próximo miércoles 30 de octubre hay convocada una Marcha por el Mar Menor en Cartagena con la que exigen a la asamblea regional medidas para salvar la laguna salada y denuncian que se siga "poniendo el foco en el fenómeno meteorológico en lugar de en el origen real del problema, que está en la agricultura".