La francesa PSA y la italo-estadounidense Fiat Chrysler podrían unirse para formar el cuarto grupo mundial del sector automovilístico, valorado en 45.000 millones de euros
PUBLICIDADMatrimonio a la vista entre PSA y Fiat Chrysler. El fabricante francés de Peugeot y Citröen negocia una fusión "entre iguales" con el constructor italo-estadounidense. De ella surgiría el cuarto grupo mundial del sector del automóvil, valorado en 45.000 millones de euros.
La mayor empresa automotriz del mundo es la alemana Wolkswagen, seguida de la japonesa Toyota y de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
De confirmarse la fusión, el nuevo grupo daría empleo a más de 400.000 personas. La fusión permitiría a PSA volver por la puerta grande al mercado estaduniense y a su socio consolidar su posición en Europa.
"La estrategia es la combinación de recursos. Compiten en muchos mercados, por lo que obviamente estarían en ventaja. Además, la industria automovilística está experimentando cambios como la electrificación, cuyo desarrollo consume gran cantidad de esfuerzo. Los analistas estiman que hasta 2023, los efectos de la sinergia ascenderán a 7.000 millones de euros, por lo que tendría sentido", explica el analista Arthur Brunner.
El Estado francés, accionista del grupo PSA, está siguiendo de cerca las negociaciones, con especial atención en las cuestiones de empleo y gobernanza. Italia también está al corriente de las mismas, aunque por el momento prefiere no hacer declaraciones sobre lo que califica de "operación de mercado".
Las negociaciones han sido bien recibidas por los parqués de París y Milán.