Tras la salida del primer minsitro, los manifestantes retiran las barricadas pero sus demandas siguen pendientes
La dimisión como primer ministro de Saad Hariri ya se nota en el Líbano. Tras trece días de protestas, los manifestantes han comenzado a retirar las barricadas. Pero muchas de sus demandas siguen todavía pendientes en un país con unos servicios públicos muy deficientes y un elevado número de casos de corrupción.
El presidente Michel Aoun, aceptó la renuncia de forma implícita, solicitando al Gobierno que continuara su gestión hasta que se produzca el relevo definitivo. Por su parte y al igual que el jefe de Estado. Hamás, el único grupo armado que queda en el Líbano y partidario de Hariri, no quería la retirada y vaticinó la posibilidad de que como consecuencia se produzca un "caos".
La prensa local ha señalado que el ya ex primer ministro podría tratar de formar un nuevo equipo con tecnócratas que, en caso de no seguir adelante, podría suponer su derrota definitiva. Mientras tanto, sus opositores le despidieron con eslóganes de "Todo significa todo" para indicar que no se rendirán hasta que se produzcan cambios reseñables.