Todavía en fase de pruebas, se espera que pueda acoger a unas dosmil personas por día. En junio del año pasado doce niños y su monitor quedaron atrapados en ella durante 17 días.
Monjes budistas en la reapertura como atracción turística de la cueva dwe Tham Luang, en el norte de Tailandia, donde doce niños y su entrenador quedaron atrapados durante 17 días entre junio y julio del año pasado.
Grupos de entre 25 y treinta visitantes podrán acceder al interior de la zona principal, con un paso máximo de dosmil personas por día.
"Ahora estamos en fase de pruebas para ver cuántos turistas pueden acoger a la vez la cueva, la entrada y los sistemas de salida", cuenta el subdirector general de Parques Nacionales Jongklai Worapongsathorn.
El lugar cuenta con una estatua del oficial de los cuerpos especiales Saman Kunan, que murió durante la dramática operación de rescate.
El operativo de salvamento por las inundadas galerías tuvo en vilo al mundo entero. En él participaron unos diezmil agentes y voluntarios.
Frente a la cueva se ha abierto un museo con objetos empleados en la misión de rescate, de la que se han escrito varios libros y se estrenará próximamente una película.