Tras 13 años al frente de Ciudadanos, Albert Rivera dimite tras haber perdido más de dos millones y medio de votos en la repetición electoral del pasado domingo quedándose con 10 escaños en el Congreso
PUBLICIDADAlbert Rivera es un hombre en la encrucijada, un líder de fulgurante trayectoria, que después de convertir a Ciudadanos, el partido que diseñó a su medida, en uno de los grandes panorama español, ve peligrar ahora incluso su liderazgo.
El niño bonito de la política catalana que protagonizó un ascenso fungurante
Irrumpió en la políica catalana con solo 26 años como líder de Ciudadanos, una pequeña formación que se definía como antinacionalista y liberal progresista. Su entrada en escena fue sonada, presentándose desnudo en los carteles electorales y jugado a fondo con su atractivo personal.
Después su asceso fue meteórico, con un desembarco en la política nacional no menos rotundo, hasta colocar a Ciudadanos en las elecciones de abril como tercera fuerza política, con 4,1 millones de votos, 57 escaños y pisándole los talones al Partido Popular.
Política de bandazos y giro a la derecha
En el camino ha ido dando bandazos políticos y virando hacia la derecha. Una derecha que, entre el Partido Popular y el ascenso de la extrema derecha de VOX, amenaza ahora con fagocitarle.
En el único debate electoral, Albert Rivera trató de recentrar su discurso, simbolizando en una piedra su combate contra el independentismo y sus críticas al Sánchez por la gestión de la crisis catalana, en una última baza para tratar de conquistar a los indecisos y los corazones perdidos en el camino.
