Hace menos de un mes, pocos podrían augurar que esta abogada de 52 años se convertiría en la segunda mujer en tomar el mando de Bolivia.
PUBLICIDADHace menos de un mes, cuando se celebraron elecciones y el duelo se recrudecía entre el primer presidente indígena Evo Morales y el expresidente Carlos Mesa, pocos podrían augurar que Jeanine Áñez, una abogada de 52 años con un perfil político mucho más bajo, acabaría poniéndose al mando del país, pero este ha sido el último giro en la crisis política que atraviesa Bolivia.
El martes, poco después de que Evo Morales aterrizara en México, donde le ha sido concedido asilo político, Áñez ascendía de manera espectacular hasta la Presidencia. "Ante la ausencia definitiva del presidente y del vicepresidente significa que conforme al texto y sentido de la Constitución como presidenta de la Cámara de Senadores asumo de inmediato la Presidencia del Estado", proclamó.
Poco después, alzando una Biblia de grandes dimensiones apretada entre una entregada multitud, Áñez se dirigió al antiguo palacio presidencial en Bolivia para jurar el cargo como segunda presidenta en la historia del país. "Gracias a Dios que ha permitido que la Biblia vuelva a entrar al palacio", exclamó.
Con esta entrada la hasta entonces senadora marcó el nuevo tono político. Sus próximas acciones serán nombrar un equipo de ministros para un Gobierno de "transición" que convoque unas nuevas elecciones, según sus palabras, lo antes posible. Probablemente, entre los nombramientos se incluirán nuevas autoridades de la Policía y las Fuerzas Armadas.
¿Cómo ha llegado a la Presidencia?
Como ya ocurrió en Venezuela, la sombra de la autoproclamación se vuelve a cernir sobre una nación latinoamericana. Para los Gobiernos de Brasil y Estados Unidos, Áñez es ya la legítima presidenta interina de Bolivia, pero para su predecesor es una senadora de derecha golpista y autoproclamada.
“Desde el Gobierno legítimo de Venezuela reconocemos a Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia en su misión de guiar una transición constitucional hacia una elección presidencial”, escribía en Twitter Juan Guaidó, reconocido presidente de Venezuela por más de 50 países frente al líder bolivariano Nicolás Maduro.
La renuncia de Evo Morales llegó el domingo cuando las fuerzas armadas del país le "sugirieron" que diera el paso para "la pacificación" de Bolivia que llevaba más de 20 días de protestas en las calles desde la celebración de unas elecciones que la Organización de Estados Americanos (OEA) recomienda anular por "claras manipulaciones".
El politólogo Iván Arias explicó a Euronews que el artículo 169 de la Constitución boliviana establece que a la renuncia del presidente debe ocupar ese cargo el vicepresidente, "pero en este caso también el vicepresidente renunció".
En la línea de sucesión le sigue la presidenta de la Cámara de Senadores, "pero también ella renunció porque es del mismo partido, entonces en la Cámara de Senadores ocupa ese cargo la vicepresidenta que hoy es presidenta del Senado y por lo tanto será posesionada como presidenta".
Para el experto boliviano en Ciencias Políticas Marcelo Arequipa, "alguien que tiene tanques y armas no puede sugerir a un civil que renuncie", por lo que la ausencia de Morales y el subsiguiente vacío de poder no fue voluntario, sino resultado de un golpe de Estado.
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Una década en el Senado
Áñez llegó al Parlamento en la elección de 2009 para ejercer a inicios de 2010 el rol de senadora por su región en representación de la desaparecida alianza de centroderecha Plan Progreso y Convergencia Nacional.
En el periodo parlamentario 2010-2015, Áñez se mostró como una persistente opositora a la construcción de la carretera por el corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), un proyecto de Morales que ha recibido una fuerte contestación por parte de un grupo de indígenas.
En su segunda legislatura como senadora, desde 2015, además de repeler una nueva postulación de Evo Morales para un cuarto mandato, se centró en el trabajo legislativo para prevenir los feminicidios y la violencia contra la mujer.
Oriunda de una pequeña población del departamento amazónico de Beni, la participación de Áñez en la política se consolidó en 2006 cuando fue electa representante departamental en la Asamblea Constituyente que redactó la nueva Carta Magna promulgada en 2009 por Morales.