La superficie afectada alcanza los 2000 kilómetros y hay al menos seis muertos y 680 casas destruidas. Equipos internacionales están llegando al país,
Más de un centenar de incendios está azotando el este de Australia, unos dos mil kilómetros que están cubiertos de humo, como demuestran las imágenes aéreas. Más de setenta focos están fuera de control.
Seis personas han muerto como consecuencia de las llamas y 680 casas han quedado completamente destruidas. Muchos habitantes de Sidney, la ciudad más poblada del territorio, han salido a las calles con máscaras como medida de protección. El ex primer ministro, Malcolm Tumbull, ha achacado la situación a la crisis climática.
La alarma también cunde entre los bomberos. Uno de sus responsables ha alertado de los peligros a los que se enfrentan durante la temporada de incendios, que está previsto que acabe el próximo mes de marzo. Como causas principales, la falta de lluvias y el aumento de las temperaturas. El sábado está prevista la llegada de personal procedente de Estados Unidos, que se unirá al que ya está sobre el terreno trasladado desde Canadá y Nueva Zelanda.